Carta a nuestros amigos militares.

La situación de los ejércitos del cono sur es  muy lamentable. Observamos cómo se les recuerda por crímenes de lesa humanidad acaecidos en la década de los setenta, mas no se les reconoce la lucha contra  el terrorismo  y la realidad incontrovertible de la defensa del interés general. Si no hubiese sido por las acciones militares de los ejércitos argentino, uruguayo y chileno contra los terroristas  por órdenes de los gobiernos de aquella época, la violencia se hubiese perpetuado como en Colombia. Güerillas terroristas con 40 años de existencia.  

En Colombia ahora debemos ocuparnos de la confrontación armada en lo táctico, pero además en ganar la guerra contra el terrorismo en lo estratégico, por esta razón no podemos descuidar las estructuras políticas, jurídicas y comunicacionales al servicio de los terroristas, direccionadas por el movimiento Bolivariano y el PC3.

El punto más importante para la vigencia y supervivencia de las fuerzas militares en Colombia es la estrategia para el pos conflicto. Allí cual sería la razón para mantener  y preservar las estructuras militares del estado  con  condiciones dignas para sus miembros?  Tenemos que generar para el imaginario colectivo una recordación positiva por las mayorías, un sentimiento de gratitud eterno para los héroes que nos rescataron de las manos sangrientas del terrorismo. Tenemos que impedir que cuando se hable del ejército hasta el ciudadano más humilde remita sus recuerdos los falos falsos positivos. Para este resultado se requiere  desde ahora no solo estar pensando en los resultados operacionales, sino además invertir tiempo, esfuerzos y recursos en estrategias agresivas y contundentes de publicidad y  comunicacionales para consuetudinariamente  incrustar en el fuero interno de los colombianos  el sentimiento de  grata recordación. No son suficientes algunos comerciales con el eslogan de que ¡Los héroes en Colombia si existen! Mientras nosotros nos conformamos con algunos comerciales y una novela de la operación jaque de factura Chipchumbiana, El Socialismo del Siglo XXI contrata  a un célebre cineasta norteamericano para hacer un documental en varios idiomas con presentación en todas las latitudes del mundo, exhibiendo las excelsas cualidades del dictador Chávez y de su política expansionista.  

Son muchos los resultados, los hechos contundentes, las acciones en procura del interés general que las fuerzas militares colombianas puede redituar para exaltar todo lo bueno y opacar  las manchas que si han sabido capitalizar las ONGs mostrándolas como comportamientos masivos y sistemáticos ante el mundo, en demerito de los Derechos Humanos.  Esta es la diferencia entre la victoria que recordaran las generaciones venideras y el ingreso a los tribunales de la Corte Penal Internacional.

Es la hora de actuar respetando el imperio de la ley.

Atentamente,

Jaime Arturo Restrepo R.