Durante muchos años han coincidido en que el problema está íntimamente relacionado con pobreza y desigualdad. País pobre es igual a país violento. No obstante, en los centros académicos más prestigiosos del mundo han surgido explicaciones nuevas que contradicen la sabiduría convencional. No solo por desigualdad surgen los grupos armados. Paul Collier, de la Universidad de Oxford, encontró, después de estudiar 161 casos de guerras civiles, que los grupos insurgentes se organizan porque hay un incentivo económico muy claro: los grupos se crean para saquear los recursos de los países. Son "corporaciones" creadas con propósitos económicos, necesitan financiación y un incentivo para estimular a los que se unen a las filas. Ese incentivo es usualmente la lucha política. Pero los grupos no son movimientos políticos, son "empresas" con fines económicos.
Una de las modas revolucionarias mas lucrativas |
El departamento de investigaciones del Banco Mundial organizó con la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, liderada por Santiago Montenegro, la Primera Conferencia Internacional sobre Crimen y Violencia en Bogotá, a la que asistieron los mejores economistas de la violencia del mundo (www.worldbank/laccrime). En el marco de la conferencia surgieron las nuevas interpretaciones al problema de violencia en países como Colombia. Y muchos lugares comunes empezaron a derrumbarse.
Profesor de la Universidad de Oxford e investigador visitante
del Banco Mundial
“Tras estudiar con detalle estadístico los 161 eventos de guerras civiles en el mundo en desarrollo desde los 70, he llegado a una conclusión que se aparta de lo que piensa la mayoría. No es cierto que los conflictos civiles y la violencia tengan principalmente causas objetivas, como la desigualdad o la represión política, que justifiquen movimientos políticos conducentes a la violencia. Estadísticamente no hay relación entre el conflicto civil y las causas objetivas de las injusticias (grievance).
“La historia es más bien de tipo económico. Mi hallazgo principal es que la violencia civil está asociada con la apropiación y el saqueo por grupos de insurgentes de los ingresos de exportaciones primarias. Todas las guerras civiles importantes de las últimas décadas han estado acompañadas de bonanzas en productos agrícolas, mineros o ilegales como las drogas. La gran mayoría de los movimientos insurgentes, más que expresión política, son una forma de crimen organizado, para extraer rentas.
“Más que la injusticia objetiva, la causa del conflicto es la injusticia subjetiva, fabricada para mantener la organización. Si los rebeldes no generan esta ideología motivante, no pueden ser exitosos. Una vez construyen el discurso, las organizaciones revolucionarias encuentran una segunda gran oportunidad de lucro: el dinero internacional, que aumenta el riesgo de repetir el conflicto. Hay mil ejemplos en Africa y Asia. Pero en Colombia es diferente porque los grupos armados obtienen financiación del saqueo de exportaciones primarias de petróleo o drogas, del secuestro o la extorsión. Ellos no dependen de la financiación externa.
“Pero, ¡las organizaciones subversivas son principalmente organizaciones políticas!
“No. La organización rebelde es muy diferente de un movimiento político, por tener miles de empleados y pagar una nómina. No es un movimiento político, sino una firma, una corporación, una organización que busca fuentes de financiamiento y tiene que estimular a sus empleados. “
(REVISTA DINERO-2000)